domingo, 19 de julio de 2015

Una adicción o un espacio



Las redes sociales son herramientas de comunicación muy potentes, permiten ver e insertar fotografías, vídeos y enviar mensajes entre usuarios. Todas estas funcionalidades son muy atractivas para nuestro alumnado que muchas veces no repara en los inconvenientes de este tipo de aplicaciones. Al igual que otras herramientas y tecnologías, hemos de ser consecuentes en que nuestro alumnado no dejará de usar las redes sociales, pero nosotros podemos colaborar en que tengan un uso más adecuado y seguro.

Sin ninguna intención alarmista, sólo como tema de reflexión y necesidad educativa en el buen uso de estas herramientas os presentamos tres documentos que persiguen una concienciación sobre la protección de la intimidad y privacidad de nuestros menores. Las redes sociales son un fenómeno gracias al poder de comunicación que la Internet facilita, sin embargo, el mal uso de ellas puede hacer que se creen adicciones, principalmente en los adolescentes.

De acuerdo con información de Reurters, el tiempo que los adolescentes pasan conectados a las redes sociales incrementa el riesgo de que fumen, beban alcohol y consuman drogas, según indica un sondeo nacional sobre actitudes relacionadas con el abuso de sustancias, efectuado en Estados Unidos. Y dentro de ese mismo grupo, los adolescentes más inmersos en las redes sociales presentan cinco veces más posibilidades de fumar, son tres veces más propensos a beber, y dos veces más susceptibles a consumir mariguana que los que no destinan nada de su tiempo a las redes sociales.


Los resultados relevaron que la mitad de los adolescentes que habían utilizado una red social el día de la encuesta vio fotos de jóvenes "borrachos, inconscientes o consumiendo drogas en esas páginas". Pero incluso más allá de los que las visitan a diario, 14% de los jóvenes que no habían utilizado una red social ese día dijo haber visto esa clase de imágenes en las páginas.

Según el estudio, los jóvenes que habían visto esas imágenes tenían cuatro veces más probabilidades de poder conseguir mariguana, un tercio más de conseguir medicamentos de venta bajo receta, sin ella, y el doble de posibilidades de conseguir alcohol.

Además, aquellos adolescentes que habían visto las imágenes eran dos veces más propensos a pensar que probarían drogas en el futuro, y tendían mucho más a tener amigos consumidores de sustancias ilegales. Pero los sondeos, que también interrogaron a adultos, hallaron que nueve de cada 10 padres no cree que los adolescentes que pasan tiempo conectados a las redes sociales sean más propensos a beber alcohol o consumir drogas.

La solución a este problema seria establecer mejor comunicación a los menores del hogar ya que ellos son los que están todo el día en las redes sociales, difamándose, tomándose fotos intimas que van en contra de su persona. Toda educación empieza en el hogar y son ellos los que pueden ayudar a sus mismos hijos.


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